divendres, 12 de juny del 2009

Domenico Scarlatti


Nació en Nápoles (Italia), en ese momento perteneciente a la corona española, y fue el sexto de diez hijos y hermano menor de Pietro Filippo Scarlatti, también músico. Lo más probable es que comenzase estudiando con su padre, el compositor y profesor Alessandro Scarlatti; otros compositores que pudieron ser sus profesores fueron Gaetano Greco, Francesco Gasparini y Bernardo Pasquini, influyendo todos ellos en su estilo musical.

Durante su estancia en Madrid, Scarlatti compuso alrededor de 555 sonatas bipartitas para teclado. Es por estas obras por las que se le recuerda hoy en día. En ellas se aprecia una música totalmente original y distinta a la del repertorio operístico, instrumental y de cantatas profanas y religiosas que compuso en su juventud. La asimilación de los aires populares españoles y la experimentación constante de las posibilidades del clave, instrumento de cámara en el que ejercitaba su magisterio para la reina, le llevaron a ser el iniciador de la escuela de clave española del siglo XVIII, que tendría seguidores en autores de la talla del Padre Soler. Tan identificado se sintió con la vida española que llegó a firmar con el nombre de Domingo Escarlati, apellido que aún conservan sus descendientes.

Su música
  • Scarlatti estuvo muy influido por la música folclórica española. Su uso del modo frigio y otras inflexiones tonales más o menos totalmente ajenas al arte musical europeo son síntomas obvios de esta influencia, así como el cúmulo de acordes extremadamente disonantes y otras técnicas que parece imitan la guitarra. Su rico uso, a veces trágico, de modismos folclóricos también le singulariza. Hasta la llegada de Bártok y sus contemporáneos no se le daría a la música folclórica una voz tan estridente como Scarlatti.
  • Scarlatti anticipó muchos de los desarrollos formales que conducen al llamado "estilo clásico" y así, con justificación, se le podría describir como el primer compositor clásico.
  • Sin embargo, siempre difícil de definir, la tempestuosidad musical de Scarlatti sugiere Romanticismo, mientras que su intensa inquietud formal y sintáctica e ironía parece llevarle cerca del modernismo de Stravinsky.


dilluns, 1 de juny del 2009



Elisabeth Jacquet de la Guerre nacida en París en 1665 y fallecida en 1729 fue una compositora y gran intérprete de clave del periodo barroco.

En 1684 se casa con Marin de la Guerre, organista, y se desplaza a París, donde siguió dando conciertos y lecciones particulares y donde todos los grandes músicos de la ciudad iban a oírla tocar el clave.

Sobre el año 1700, se queda sola en la vida, perdiendo a su marido, y ,siendo el suceso más trágico en su vida, a su único hijo con diez años de edad, siendo al igual que su madre un prodigio del clave.

Su música, cargada de elegante melancolia y agresividad es fiel reflejo de su época. Época de grandes cambios, de contrastes y de guerras, de miseria del pueblo mientras las elites de regocijan en suntuosidad y lujo. Época de cinismo, teatralidad y violencia que esta gran alma retrata al teclado como escapatoria al día a día y camino hacia la fantasía y el sueño.

Elisabeth Jacquet de la Guerre destaca no solo como genio en una época eminentemente "de hombres", demostrando un talento superior al de los músicos (todos varones) de su misma generación sino por su elegancia, su siempre renovada y atrevida imaginación y su estilo sensible, profundo y ornamentado. Fue la primera mujer en ver editada en vida su obra, dándola a conocer en toda Europa.

Un pequeño homenaje a un génio de la música, gremio historicamente asociado a la figura masculina.